Ese día lo esperábamos todos, había mucha ilusión por el albinegro, durante toda la semana veníamos preparando todo para ese domingo, ese día no íbamos a ir solos, algunos invitaron a sus amigos, otros vinieron con toda su familia, hasta hubo alguien que se trajo al vecino, pero nadie imaginaba lo que iba a pasar….
Amaneció muy frío aquel domingo pero las ganas de estar en el partido hacían que no se sintiera en la piel.
A eso de las 13: 30 hs le dije a mi hermano
_ nos vamos a las 14 00 hs… llevamos a un amigo_.
_ bueno dale, como no me avisaste antes pel.._ me contestó.
Subimos al auto y nos fuimos, el auto de mi hermano es un Renault 12, no me acuerdo que año pero anda muy bien, no me lleva a ningún lado el muy agarrado, pero a la cancha es distinto, a la cancha me lleva porque la cosa es que mientras mas sigamos al albinegro mas fuerte nos hacemos y mas locales somos en todos lados, aparte en la semana casi no nos vemos ya sea por la facultad o por el trabajo solo charlamos y en esa una o dos horas que viajamos a la cancha, aunque sea solo charlamos de futbol.
_ ¿A quien vamos a llevar?_ Pregunto mi hermano.
_ Es uno de los pibes de La Caldera, siente a Monte como nosotros_ le dije
Ya en viaje éramos cuatro en el auto porque antes de salir me avisaron que pasáramos a buscar al arquero suplente por que no tenia en que ir.
_ ¿Juega el Reta hoy?_ preguntó alguien.
_ No todavía le queda un fecha, pero no creo que haga falta, a estos le tenemos que ganar_ respondió otro.
Y charlando sobre si nos faltaba gol o si el tres era el que mas ponía en cada partido llegamos a la cancha, no sin antes reírnos de la pintada que había en la boletería.
La tribuna estaba llena aunque todavía no llegaba la caldera, mientras algunos colgaban los trapos otros mirábamos la 7ma como le daba un paseo a la 7ma de los rojos.
En algunos casos era toda la familia la que vino, claro si ir a la cancha esta volviendo a ser un espectáculo para todos.
Cuando empezó la primera éramos locales porque de los rojos eran cuatro o cinco, no pasaron 5 minutos y nos echaron a Espinoza, justo a el, pero igual los bailábamos, ahí ya cantábamos todos, éramos 10 y seguíamos siendo superiores.
Ese día no nos faltaba nada, estaba llena nuestra tribuna, el equipo venia de ganar, estábamos segundos en la tabla y si ganábamos nos despegábamos de la tabla, pero no teníamos en cuenta a alguien que nos podía sacar las ilusiones… el maldito referee.
En el segundo tiempo nos echo a dos mas y encima por nada, o nunca dirigió este tipo o nos quería arruinar el partido.
Ya éramos 8, en la cancha, por que en la tribuna seguíamos cantando y gritando tanto que me pareció que éramos miles, y seguíamos yendo para adelante, parecía que en cualquier momento lo ganábamos, pero este tipo no se si porque veía que con 3 menos igual éramos mejores o por bronca lo termino a los 45 minutos justos.
Que bronca ese día, nos quedamos gritando como media hora más.
Nos fuimos con caras largas por que nos robaron el partido, pero eso si, satisfechos, ¿por qué? Porque quedó bien claro que ni robándonos el partido nos van a derrotar ni echando a todo el equipo nos van a ganar, por que atrás de nuestro arco estamos nosotros gritando y alentando al albinegro.
Nos volvimos a casa sin festejar pero con la seguridad, que este año daremos que hablar.
ESE DIA NO GANAMOS PERO NO NOS PUDIERON DERROTAR.
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